¡Hola a todos! hace poco hicimos un viaje al Vall d’Aran, en Lleida. Nos apetecía hacer un recorrido por todo el valle, ver los pueblos, la nieve y respirar tranquilidad. Somos novatillos en hacer viajes en coche así que si alguno de vosotros estáis pensando en hacer un viaje os lo recomiendo muchísimo.
Estuvimos cuatro días en los que tuvimos tiempo de ver todo lo que queríamos e incluso más, tampoco íbamos con la idea de acabar estos días cansadísimos, ya que queríamos hacer turismo pero también estar relajados sin prisas y descansar.
El alojamiento decidimos que fuera en Bossòst, nos pareció una buena idea ya que el hostal admitía mascotas, había parking en los alrededores, era muy bonito, pasaba el río Garona cerca y estaba más o menos en la mitad de los pueblos que queríamos visitar.
Como dato adicional os comento que en todos o casi todos los pueblos hay parking para dejar el coche, que recuerde hay en Bossost, Beret, Les, Vielha, Canejan y Bausen.
Día 1: trayecto- Sopeira – llegada a Bossòst
El viaje fue desde Barcelona y se tarda unas 4 horas en llegar, nosotros tardamos 5h ya que el perrito se ponía algo nervioso en el coche, aprovechábamos para comer algo y estirar las piernas y de paso vimos algún que otro sitio bonito.
Os recomiendo que paréis en Sopeira si os pilla de camino, es pequeñito y precioso, el río con color aguamarina y rodeado por las imponentes montañas…increíble.
Llegamos a Bossòt sobre las 4 de la tarde, decidimos esa tarde dar un paseo por Bossòst para conocerlo, cenar y descansar en el hostal. Nos alojamos en el Hostaltina, un hostal a la entrada del pueblo que nos permitía alojarnos con nuestro perro, estaba bien de precio, tiene restaurante llamado la Trastienda en el que fuimos a comer y volvimos a repetir al día siguiente. La verdad que muy contentos con el hostal, mucha limpieza, amabilidad, nos recomendaron sitios para ver, rutas y cosas para hacer con el perro y todo.
En Bossòst también esta el Aran Park, no abre todo el año así que hay que consultar las fechas de apertura del parque, nosotros no pudimos verlo pero, como tenemos pensado volver, estoy segura de que no nos lo perderemos.
Se pueden ver las siete ermitas protectoras del pueblo, que se construyeron para protegerlo de las enfermedades como la peste, y de la nieve, como en un caso de una protegió al pueblo de un alud.
Día 2: Beret – Arties – Vielha
Amaneció con sol, el dueño del hostal nos recomendó visitar Beret, más arriba de Baqueira con el coche y allá que fuimos. El sitio muy chulo para ir a esquiar y unas vistas preciosas, nosotros solo fuimos a visitarlo, dar un paseo por la nieve y poco más. A la vuelta visitamos Arties, otro pueblo muy muy bonito, con el río Garona y sus casitas típicas. También pasamos por Vielha, la capital del Vall d’Aran, donde hay más tiendas, restaurantes, supermercados
Día 3: Les – Canejan – Bausen
Este tercer día amaneció lluvioso, no demasiado lo que nos permitió visitar Les, Canejan y Bausen, tres pueblos preciosos y con encanto.
Les: están las termas Baronía y Deportur para hacer rafting o escuela de ski.
Estuvimos paseando por Les, nos encantó pasear por el centro del pueblo, el olor a comida deliciosa, las casas, iglesias, y el paisaje de fondo. Hay un centro comercial en las afueras.
Canejan: tuvimos que subir mucho con el coche, curvas y más curvas pero mereció la pena. Un pueblo pequeñito, casi en la cumbre de la montaña con unas vistas increíbles.
Bausen: es el sitio que más nos gustó de todos los que vimos. Fuimos para ver la tumba de Teresa, un cementerio de una sola tumba, hecho especialmente para ella y el más pequeño de España. Cuenta la historia que dos novios fueron a visitar al párroco del pueblo porque querían casarse, tenían parentesco y el párroco no quiso casarlos. Teresa enfermó de neumonía y murió a temprana edad. El párroco no dejó que la enterraran en el cementerio del pueblo así que Francisco y el pueblo se pusieron manos a la obra. Crearon su propio cementerio, resultando ser el cementerio civil más pequeño.
Día 4: último paseo por Bossòst y viaje de vuelta
El último día dimos el último paseo por Bossóst. Terminamos de ver la parte del pueblo que nos faltaba, terminamos de ver las ermitas y por desgracia, tuvimos que volver para casa.